domingo, 28 de abril de 2013

HOMBRE DE NEGOCIOS

Últimamente la palabra "negocio" no aparece mucho en los medios y la gente ya no la emplea tanto como antes. Ahora se habla de despachos, agencias, establecimientos, "consulting empresarial" etc   , pero muy pocos te dirán en la cara que han abierto un negocio.
De la misma forma, no se estila decir " "hombre de negocios" o "negociante", si no "emprendedor", "empresario", "titular" , por no decir simple y llanamente "especulador".
Todavía en los años ochenta era costumbre referirse a alguien como "hombre de..". Así estaba el  "hombre de banca", bribón que no había terminado el BUP y cobraba comisiones hasta por respirar; "el hombre de letras", que escribía unas novelas o cuentos infumables y farragosos, pero que como había sido luchador antifranquista había que premiar; "el hombre del fútbol", esos presidentes obesos y con un puro en la boca que hacían las alineaciones; "el hombre del campo" , con una boina, una camisa cutre abrochada hasta el cuello y un entrecejo exhuberante etc.Claro, que ello podía llevar al cachondeo. Así, al escritor Asimov, se le podría haber denominado "hombre de ciencia ficción", y quedarte con la duda de si era  un hombre virtual o tenía tres ojos y un craneo como ET. Al doctor Jiménez del Oso, "hombre paranormal", por el follón que daba con el triángulo de las Bermudas y las caras de Bélmez, que aparecían y desaparecían al ritmo de los ronquidos de una vieja paranoica, o llamar "hombre promesa" a Adolfo Suárez, porque elección tras elección decía aquello de "puedo prometer y prometo".......Y el caso es que me gustaría haber sido un "hombre de negocios". Solo con escuchar esas palabras, uno se imagina a un hombre serio, burgués, que progresa adecuadamente en la adquisición de más viviendas, gasolineras, tiendas, acciones y que el dinero lo amontona en bolsas de basura o en bancos suizos. Tendría un Ferrari en la puerta, una doble o triple contabilidad, me tocaría la lotería todos los años y hasta tendría un aeropuerto ( con fondos públicos ) para mí solito.
Y como casi directamente en España, los "hombres de negocio" pasan a ser "hombres de política" ( y viceversa ), me haría de algún partido político , que prometiera acabar con la crisis en un año pero pidiendo antes duros sacrificios pero necesarios, a la vez que mis negocios aumentan y aumentan y mis cuentas corrientes se desbocan con más ceros que los exámenes de Paquirrín.Pero ¿ quién sabe ?.
A lo mejor soy un "hombre de negocios" sin saberlo .El hábito no hace al monje, y otros, montando un kiosko, han dicho que se dedicaban a los negocios. Total,  hay una ministra de Empleo, Fátima Báñez, que no ha trabajado en su vida, que afirma sin pudor que la Virgen del Rocío nos sacará de la crisis y que con más de seis millones de parados vamos por la senda correcta. En este caso, no albergo  dudas sobre qué tipo de hombre me consideran: hombre "g" , de gilipollas.

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