CONTRADICCIONES

Resulta que Ada Colau, la Santa Juana de Arco de los hipotecados, la heroína nacional de los escraches, no ha firmado una hipoteca en su vida y su madre trabaja en una inmobiliaria. Feijóo, el presidente de la Xunta, no era amigo del narco Marcial Dorado y han hecho más viajes juntos que chapuzas Pepe Gotera y Otilio .
El Solitario, el canalla que no atracaba bancos, "solo expropiaba", el mismo que mató a quemarropa a dos guardias civiles sin que le temblara el pulso, se desmaya ante el juez  en una actuación memorable, propia de una comedia de Ozores.
Eufemiano Fuentes, un médico que tenía en su casa más bolsas de sangre que  el hospital  Gregorio Marañón, no dopaba a nadie, solo hacía "dopaje terapéutico". Ana Mato, ministra de Sanidad, en cuya casa aparecían coches de lujo y no sabía por qué, dice que "España no se puede permitir la corrupción". Dolores Ibáburri, la gran azote de la Cristiandad, la atea por excelencia, la comunista hasta la médula, murió confesándose, comulgando y  susurrando "Cantemos el Amor de los Amores".
El pobre Chávez, que está muerto, "resucita" en un acto electoral de Maduro y las masas se echan una foto con él, como si fuera Lázaro resucitado. La Casa Real contrata a un abogado nacionalista catalán para demostrar que la princesa Cristina no sabía lo que hacía su marido, o sea, que la chabola de Pedralbes vino por un sueldo Nescafé para toda la vida o de la suerte que le tocara un cupón , no ya de los ciegos, si no de los tuertos, los miopes, los daltónicos y los estrábicos, todos juntos a la vez.
El propio Rajoy dijo, en una frase que analizarán los filósofos del siglo XXV, "que no haría nada, lo cual es una forma de hacer algo".
No culpo a nadie por sus contradicciones. Yo también las tengo. Dijo Lenin que "la dialéctica es el estudio de la contradicción en la esencia misma de los objetos" . Pero , ojo, se refería a los objetos. En cuanto a algunas personas, en propiedad, no se puede hablar de contradicciones. Mas bien, habría que hablar de "gilipolloces".