Fue con Kurt Landauer, presidente ( y judío, periodista además ), y Richard Kohn de entrenador ( judío también, y entrenador posteriormente del FC Barcelona ; aunque aparezca como Ricardo Domby en muchos libros, es la misma persona ) cuando ganó su primer título en 1932. Con la llegada del nazismo, el club fue ninguneado. Los jugadores del Bayern se enfrentaron a los camisas pardas nazis. Kurt Landauer pasó un mes en el "hotelito" de Dachau, se salvó de milagro, y emigró a Suiza, al igual que el entrenador, que fue a España y luego a Holanda. Muchos socios se dieron de baja, mientras que otros equipos, como el Schalke 04, reían las "gracias" nazis.
No obstante, a pesar de la presencia de la Gestapo en el estadio, todos los jugadores saludaron a Kurt Landauer durante un amistoso en Ginebra, donde había establecido su residencia huyendo del nazismo.
Cuando se estableció la Bundesliga en 1962, el Bayern no fue elegido como equipo representante de Múnich y hasta 1969 ( ! treinta y siete años después ! ), no volvió a ganar un campeonato.
Curiosamente, durante muchos años, el Bayern olvidó la figura de Kurt Landauer , tal vez por temor a reacciones negativas. Sólo recientemente, y gracias a Hoeness y Rummenige ( ! qué grandes jugadores ! ), se le han hecho homenajes y ya tiene una calle, un trofeo y su sitio en el Museo del Bayern: me alegro. Una ciudad tan maravillosa como Múnich, con un equipo de 186000 socios ( que se dice así de pronto ), y una cerveza fantástica no podía ser nazi. El fútbol, en su modestia, como la guitarra de Woody Guthrie, también es un arma para acabar con los fascistas.
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