lunes, 28 de enero de 2013

A MÍ, MARTINI.

La Fundación "Ideas" (antes se llamó "Ideas para el progreso", pero quitaron "progreso" porque les parecía ya demasiado largo el nombre, aunque por lo que he leído, de "ideas" tienen más bien pocas, triviales y retóricas), ha destituído a su director Carlos Mulas por un asunto surrealista. Había una articulista, Amy Martin, que llegó a cobrar 3000 euros por artículo, algunos de ellos tan directamente relacionados con el progreso y la cohesión social como la industria del cine en Nigeria, métodos para cuantificar la felicidad o, y  ya puestos, la aportación de los titiriteros al PIB.
En primer lugar, el tal Mulas dijo que era él, pero resulta que la tal Amy es su esposa, Irene Zoe, licenciada en Filología Hispánica, escritora y directora de cine. Dado que la Fundación presenta artículos de economía, sociología y política internacional, ¿nadie se daba cuenta que esta mujer estaría mejor escribiendo en "Fotogramas" o "Mujer hoy", por no decir en "Anales Filológicos"?
Pero claro, 3000 euros vienen muy bien para el progreso. La sorpresa saltó cuando por fin se pudo hablar con la tal Amy, y resulta que ni vivía en Nueva York ni sabía inglés, sino que vivía en Alcobendas y hablaba un castellano a trompicones. Dijo que se había inventado un personaje literario, que le venía muy bien para su próxima novela y que no entendía el revuelo. Amy, cariño, el revuelo es que tu marido dijo que había hablado una vez  en su vida contigo, que 3000 euros por tus articulillos de marras no los cobraba ni Larra, que la Fundación Ideas recibe una subvención pagada por todos de casi 50000 euros al año, y que está muy bien que practiques dobles personalidades, escritoras fantasmas, heterónimos misteriosos, trastornos bipolares y todo lo que tu quieras, pero no a costa del contribuyente. Obviamente, tu marido, Mulas, terco él haciendo honor a su apellido, negaba que te conociera, pero 60000 euros por 14 artículos son razones de sobra para pensar que tú escribías en Ideas gracias a él.
Así que devuelve  el dinero, escribe la novela, dirige una película o realiza un documental sobre la pintura gótica moldava. Ya ves, a mí no me pagan nada por escribir artículos pero ya tengo una idea para una nueva Fundación: se llamará "A mí, Martini" en homenaje tuyo, escribirá sólamente una persona que publicará con 30 pseudónimos diferentes, y los demás nos dedicaremos a repartirnos la subvención y a ver tus películas.

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