VERGÜENZA AJENA

En Ponferrada se han dado todos los elementos bochornosos, esperpénticos y de un nivel ético que haría sonrojar al propio Maquiavelo y que le dan la razón al juez Pedraz cuando constató en un auto la decadencia de la llamada clase política. Ahora yo no hablaría de "decadencia", sino de "degeneración". Un político, exalcalde, Ismael Álvarez, condenado por acoso. Ya cumplió su condena, forma otro partido, saca cinco concejales. ¿No fue posible inhabilitarlo?. Si a un funcionario le ocurre eso, lo ponen en la calle. Pero los políticos, no, son una casta especial. ¿Ahora de que se quejan si es concejal?.

       Para vengarse del actual alcalde (del PP) Cárlos López, pacta con el PSOE una moción de censura, votará, y dimitirá (como así ha sido). ¿No sabía nadie en el PSOE de Madrid quién era Ismael Álvarez?. El que Óscar López diga que "hemos logrado que un acosador no esté en el ayuntamiento", es vomitivo, porque has pactado con él, por puro interés carroñero. Otro político, Rubalcaba, intentando rectificar ahora presionando para que el nuevo alcalde, del PSOE, dimita. Pero, erre que erre, intentará algún mecanismo para que el alcalde entrante dimita, y vuelva a ser elegido, pero sin la presencia ya del acosador: más cinismo y morro parece imposible. ¿Nos tomará por imbéciles el señor Rubalcaba?. Un político más, el nuevo alcalde, Samuel Folgeral, que ahora dice que no, que sí, que no digo nada, y que de momento no ha dimitido. Normal, lo utilizan, le ponen un caramelo en la boca y ahora dice que nones, que de alcalde se vive muy bien.
       Por último, una víctima: Nevenka Fernández. Padeció un acoso repugnante, un interrogatorio humillante y machista con el primer fiscal, se quedó en los huesos y tuvo que marcharse de España. Juan José Millás afirma que hubo mujeres socialistas que le dijeron sobre Nevenka "que se jodiera, que no hubiera sido de derechas".
       Y todo esto en el "Día Internacional de la Mujer Trabajadora". Da verguenza ajena, porque hay otros muchos que ni siquiera la tienen.